Las perforaciones son, técnicamente, heridas abiertas en el cuerpo, laceraciones que deben cicatrizarse como cualquier corte o lesión accidental, y como tal, debemos cuidarla principalmente de las infecciones, que pueden volverse un serio problema y traer muchas complicaciones.
Una ventaja que tienen los piercings sobre los tatuajes es que los cuidados del tatuaje son mucho mas complejos y deben realizarse por mayores cantidades de tiempo, gracias a que las perforaciones cicatrizan mucho mas rápido, y en algunos casos en tan solo días, como los piercings en la lengua. Esto hace que para cada tipo de perforaciones haya diferentes cuidados, por lo que los consejos que daremos hoy sobre los cuidados básicos.
El jabón antibacterial es fundamental, pero si no poseemos, un jabón con Ph neutro también servirá. Hay que lavar la perforación con suficiente agua y asegurarnos de que el jabón ingrese, pero que luego no queden residuos del jabón.
Al igual que con los cuidados de tatuaje, hay que evitar los roces a toda costa, por lo que si las perforaciones se realizaron en lugares en donde puede existir el roce con la ropa, lo ideal es protegerlo con un apósito protector, pero no por períodos demasiado extensos ya que la zona debe permanecer seca.
Otra recomendación es tocar el piercing lo menos posible, y si lo vamos a hacer, asegurarnos de haber lavado y desinfectado bien nuestras manos, e inclusive, si la zona perforada tiene tendencia a recibir sudor, hay que aumentar las lavadas de unas 3 a unas 6 o 7 veces al día.